lunes, 13 de septiembre de 2010

Quipu peruano




Imagen izquierda: Este dibujo muestra los almacenes del imperio, en los que se conservaban las provisiones alimenticias. Estos depósitos se llamaban colcas, y eran administrados por un funcionario llamado suyuyoc. En primer plano se observa un suyuyoc en el momento en que rinde cuenta de la situación al soberano, con el instrumento de cálculo denominado quipu.
Imagen derecha: Este dibujo de Huaman Poma de Ayala muestra al administrador nombrado por el Inca, que aparece con dos quipus, principales instrumentos para su trabajo. Los suyuyoc eran escogidos de entre los representantes de mayor autoridad de cada provincia del imperio.
Loghena, M., Alva, W. Perú antiguo.




"Hacían los indios hilos de diversos colores, unos eran de un color sólo, otros de dos colores, otros de tres, y otros de más, porque los colores simples y los mezclados, todos tenían su significación de por sí; los hilos eran muy torcidos de tres o cuatro liñuelos, y gruesos como un huso de hierro, y largos de a tres cuartas de vara; los cuales ensartaban en otro hilo, por su orden, a la larga, a la manera de rapacejos. Por los colores sacaban lo que se contenía en aquel tal hilo, como el oro por el amarillo y la plata por el blanco, y por el colorado la gente de guerra. Las cosas que no tenían colores iban puestas por su orden, empezando de las de más calidad, y procediendo hasta las de menos, cada cosa en su género, como en las mieses y legumbres. Pongamos por comparación las de España: primero el trigo, luego la cebada, luego el garbanzo, haba, mijo, etc. Y así también, cuando daban cuenta de las armas, primero ponían las que tenían por más nobles, como lanzas, y luego dardos, arcos y flechas, porras y hachas, hondas y las demás armas que tenían. Y hablando de los vasallos, daban cuenta de los vecinos de cada pueblo, y luego, en conjunto, los de cada provincia. En el primer hilo ponían los viejos de sesenta añños arriba; en el segundo, los hombres maduros de cincuenta arriba; y en el tercero contenía los de cuarenta; y así de diez en diez años, hasta los niños de teta. Por la misma orden contaban las mujeres por las edades. Algunos de estos hilos tenían otros hilitos delgados del mismo color, como hijuelas o excepciones de aquellas reglas enerales, como digamos en el hilo de los hombres o mujeres de tal edad que se entendían ser casados, los hilitos significaban el número de los viudos o viudas que de aquella edad había aquel año; porque estas cuentas eran anales, y no daban razón más que de un año solo. Los ñudos se daban por su orden de unidad, decena, centena, millar, decena de millar, y pocas veces o nunca pasaban a la centena de millar, porque como cada pueblo tenía su cuenta de por sí, y cada metrópoli la de su distrito, nunca llegaba el número de éstos o de aquéllos a tanta cantidad, que pasase a la centena de millar, que en los números que hay de allí abajo tenían harto ... Estos números contaban por ñudos dados en aquellos hilos, cada número dividido del otro: empero los ñudos de cada número estaban dados todos juntos debajo de una vuelta, a mannera de los ñudos que se dan en el cordón del Bienaventurado Patriarca San Francisco, y podíase hacer bien, porque nunca pasaban de nueve unidades y decenas ... [Pasaje de los "Comentarios" de Garcilaso]




En el Museo Larco Herrera, de Perú, hay un vaso mochica en donde aparecen pintados unos hombres corriendo, llevando en la mano una especie de cuerda anunciada. Larco Hoyle, director del Museo, y que es quien ha llamado la atención sobre este motivo no cree que estos adminículos, que son de ambigua interpretación, sean de madera labrada ni ramitas con hojas, sino "cordones atados a uno central, en forma de palma y que representan acaso los motivos precursores de los quipus incaicos"


[Schedl, A. La cuerda con nudos o Quipu. En: Revista Geográfica Americana 1941 8(88)]




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